Mi colchón nos servía como cuadrilátero para jugar a las luchas, las almohadas, armas suaves para golpear sin causar daño. No hacía falta invitar a mi perra, se invitaba sola. Le gustaba la borulla, el desmadre. Ladraba, se alocaba, corría de un lado a otro, mordía, daba brincos.
Antes de jugar, movíamos la tele nueva que mi padre había comprado. Era una más pequeña, se colocó sobre un mueble de madera, fue más fácil de mover hasta un rincón.
Había varias máscaras que usábamos, mi máscara preferida era la del Santo, pero había muchas más. Entre nosotros no había golpes con rencor. Siempre fue juego, una forma de diversión.
Muchas tardes mis hermanos y yo coincidimos en mi recámara. Veíamos televisión, platicábamos sobre anécdotas que sabíamos. Nos daba miedo aún así las contábamos. A veces el sueño nos vencía. Amanecíamos tirados sobre el colchón con todo y perra.
Antes de jugar, movíamos la tele nueva que mi padre había comprado. Era una más pequeña, se colocó sobre un mueble de madera, fue más fácil de mover hasta un rincón.
Había varias máscaras que usábamos, mi máscara preferida era la del Santo, pero había muchas más. Entre nosotros no había golpes con rencor. Siempre fue juego, una forma de diversión.
Muchas tardes mis hermanos y yo coincidimos en mi recámara. Veíamos televisión, platicábamos sobre anécdotas que sabíamos. Nos daba miedo aún así las contábamos. A veces el sueño nos vencía. Amanecíamos tirados sobre el colchón con todo y perra.
¿Pensaría ella que éramos de la misma especie?
Mi cama era también la de ella, después durmíó sobre el colchón . En una lucha de máscara contra máscara mi cama crujió, sus patas, de una en una se quebraron. Al suelo fuimos a dar. Corrieron mis hermanos con sus máscaras junto con la perra despavoridos. Yo quedé hasta el final, en pie de lucha.
Mi padre no dijo nada. Se tiró el mueble de la cama y pasó un largo tiempo antes de que volviera a usar otra nueva. Mientras tanto dormí todo ese tiempo en mi colchón sobre el piso. Cada que mi padre nos veía sobre el piso decía: “ Se los dije, sí siguen jugando en esa cama se van a dormir sobre el piso, y como fue “